Científicos del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales han hallado en la cuenca del río Pisco (Perú) el fósil de una nueva especie de ballena que supondría el paso evolutivo entre las ballenas arcaicas, los basilosáuridos, y las ballenas barbadas (Mysticeti).
La gran diferencia se encuentra en la dentadura. Este espécimen tenía dientes y se alimentaba por succión. Perseguía y cazaba a sus presas, succionándolas en su gran boca, mientras que los basilosáuridos eran cazadores activos con bocas que servían para morder y atacar, similares a las orcas.
Los misticetos, sin embargo, se alimentan por filtración. En lugar de dientes tienen unas fibras de queratina llamadas comúnmente ‘barbas de ballena’. La ballena barbada se alimenta de pequeños animales marinos, como los camarones, que se quedan atrapados en esas ‘barbas’.
La nueva criatura vivió en el Eoceno tardío, hace unos 36,4 millones de años, según los investigadores. Teniendo en cuenta el ejemplar desenterrado, estos animales medirían unos 3,75 y 4 metros de largo. Por sus dientes, los paleontólogos lo han bautizado como Mystacodon selenensis (misticeto dentado), en el estudio que se publica esta semana en la revista Current Biology.
“Este hallazgo llena el gran vacío en la historia de este grupo animal, y da pistas sobre la ecología de los primeros misticetos”, explica el paleontólogo y coautor del estudio Olivier Lambert, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales.
Los científicos creen que el Mystacodon representa el paso intermedio entre la caza y la alimentación por filtración, y entre los antiguos basilosáuridos y los misticetos modernos.
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