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sábado, 11 de marzo de 2017

Pleistoceno

Pleistoceno


Es una época geológica que comienza hace 2,59 millones de años y finaliza aproximadamente en el 10000 a. C., precedida por el Plioceno y seguida por el Holoceno. Es la sexta época de la Era Cenozoica y la más antigua de las dos que componen el Período cuaternario (o la tercera del Período Neógeno si este, como había propuesto la Comisión Internacional de Estratigrafía, se extendiera hasta el presente). El término Pleistoceno deriva del griego πλεῖστος (pleistos "lo más") y καινός (kainos "nuevo").
El Pleistoceno abarca las últimas glaciaciones, incluyendo el episodio Dryas Reciente con el que concluye. El Dryas Reciente es el evento climático causante del último período glacial terrestre, iniciado hacia 12.000 a. C. El final del Dryas Reciente ha sido fechado aproximadamente en el 9600 a. C. El Pleistoceno se corresponde con el Paleolítico arqueológico. 


Subdivisiones de la época pleistoceno


Gelasiense: es una edad/piso geológico que comienza hace 2,588 millones de años y termina hace 1,806. En la actualidad, la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS) considera que pertenece al Pleistoceno, aunque ha estado incluido en el Plioceno. Sucede al Piacenziense (Plioceno superior/tardío) y precede al Calabriense.

El Gelasiano se correlaciona con el período que abarca el depósito de Red Crag de Butley y Newbourn, y de Norwich Crag y Weybourn Crag, todos en Anglia Oriental (Inglaterra). Además, el Gelasiano es equivalente a las etapas Praetiglian y Tiglian, tal como se definen en los Países Bajos.

La Unión Internacional para la Investigación del Cuaternario (INQUA) propuso que el Gelasiano fuese transferido del Plioceno al Pleistoceno, a fin de que la escala de tiempo geológico fuese más coherente con los principales cambios en el clima de la Tierra, los océanos, y la biota que se produjeron entonces (2,588 millones de años) y que corresponden al límite magnetoestratigráfico Gauss-Matuyama (cuando se invirtió el campo magnético de la Tierra).

Calabriense: es la segunda edad y piso del Pleistoceno. Sus límites cronométricos se sitúan entre 1,806 y 0,781 millones de años. Sucede al Gelasiense y precede al Ioniense. Hasta 2006 ha sido considerado como el primer piso del Pleistoceno, lugar del que lo desplaza ahora el Gelasiense según acuerdo internacional ratificado por la Comisión Internacional de Estratigrafía. Algunos autores consideran el conjunto de Gelasiense y Calabriense como Pleistoceno Inferior, término que antes solo incluía al actual Calabriense.

Ioniense: El Ioniense, Ioniano o Pleistoceno Medio, una división de la escala temporal geológica, es la tercera edad o piso del Pleistoceno. Sus límites cronométricos se sitúan entre 0,781 y 0,126 millones de años. Sucede al Calabriense y precede al Tarantiense.

Su límite inferior se ha hecho coincidir con la inversión magnética de Brunhes-Matuyama, la última inversión magnética, ocurrida hace 781 000 años.

Tarantiense: El Tarantiense, Tarantiano o Pleistoceno Superior, una división de la Escala temporal geológica, es la cuarta y más reciente edad o piso del Pleistoceno. Sus límites cronométricos se sitúan entre 126 000 y 11 784 años.1 Sucede a la edad o piso Ioniense y precede a la época o serie actual, el Holoceno.

Su límite inferior se ha hecho coincidir con la base del interglacial Eemiense, antes del último episodio glacial del Pleistoceno.


Deriva continental

Inicialmente el enfriamiento y la aridez progresiva engendraron un mundo mucho más parecido al de hoy en día. En el interior del círculo polar ártico, la tundra se extendía sobre el permafrost, al sur de ésta crecía la taiga y todavía más al sur, la aridez reinante propició la substitución del chaparral por desierto y semidesierto; las sabanas fueron reemplazadas por prados templados. En el Pleistoceno tardío (Superior), los humanos modernos (Homo sapiens) aparecieron en África.

Durante el Pleistoceno grandes extensiones de tierra se cubrieron con una inmensa capa de hielo, fenómeno denominado glaciación. En algunos períodos se redujo el tamaño de las capas de hielo y el clima se hizo más cálido. Estos períodos se denominan interglaciares.


El clima en el pleistoceno 

A lo largo del Pleistoceno, extensos mantos de hielo glacial cubrieron las latitudes más elevadas del planeta, especialmente en el hemisferio norte, alternándose con épocas en las que dichas zonas quedaban parcialmente descubiertas.

Actualmente, la Tierra está atravesando un período interglacial que comenzó a finales del Pleistoceno, hace unos 12 000 años. En las latitudes elevadas, las temperaturas medias superan en unos 4 a 6 grados las del último período glacial en su momento culminante. El presente período interglacial está resultando particularmente más frío que la mayoría de los anteriores, durante los cuales hipopótamos, elefantes y monos pudieron prosperar en la actual Inglaterra.





Fauna

El predominio de los mamíferos se consolidó, y algunos de sus representantes más destacados son Glyptodon y Smilodon. El género Mammuthus se mantuvo durante gran parte de este período. Los animales típicos de esta era fueron el mamut, el reno, el oso polar, el rinoceronte lanudo, etc. La vegetación predominante era parecida a la de tundra o desiertos fríos de hoy que se encuentran cubiertos de musgos y líquenes. En las etapas interglaciares cálidas aparecieron los rinocerontes y caballos esteparios, los hipopótamos y felinos de grandes colmillos. También existía una fauna indiferente al clima (alces, zorros, gato montés, bisontes, etc.)



Muchos mamíferos fósiles del Pleistoceno son considerados típicos de las edades del hielo que afectaron a grandes áreas del mundo (el mamut, el rinoceronte lanudo, el ciervo gigante irlandés, el uro o el oso de las cavernas). Todos ellos desaparecieron en épocas relativamente recientes, y actualmente existe un interés considerable en tratar de establecer las causas de dicha desaparición.

La última glaciación terminó hace unos 11 000 años. En este momento, las faunas de mamíferos de todos los continentes sufrieron cambios importantes.

En Sudamérica se extinguieron 46 géneros (el 80 %), incluyendo los roedores, carnívoros, pecaríes, camellos, ciervos, desdentados, litopterno, notoungulados, caballos y mastodontes.



En Norteamérica, por ejemplo, se extinguió el 73 % de los grandes mamíferos (33 géneros), incluidos todos los proboscídeos (mamuts, mastodontes y gonfoterios), los caballos, tapires, pecaríes, camellos, perezosos y gliptodontes, así como los ciervos, bisontes y entre los depredadores, desaparecieron varias especies de dientes de sable, el gigante león americano Panthera leo atrox, el oso chato Arctodus simus, el lobo gigante y entre otros.



En Australia se extinguieron 55 especies, incluyendo algunos equidnas, carnívoros marsupiales, wombats, diprotodontos, canguros y wallabis.


Diprotodon

Por otra parte, en Europa las pérdidas no fueron tan graves. Algunos se extinguieron, como el mamut, el rinoceronte lanudo o el ciervo gigante, pero otras especies, como el caballo, el hipopótamo, el buey almizclero, la hiena o el antílope saiga, solo vieron su distribución restringida a otras partes del mundo.








Las extinciones durante esta época en África y Asia fueron igualmente modestas.




Los paleontólogos adjudican estas extinciones a un gran número de causas, polarizadas en dos grupos principales:



Causas climáticas: Una explicación es que los climas y el medio ambiente cambiaron rápidamente al retraerse de nuevo los casquetes polares y los grandes mamíferos, en particular, fueron muy vulnerables a estas perturbaciones (regresión de la sabana y avance de los desiertos).


Hipótesis de la caza excesiva: La segunda teoría sostiene que la expansión de las poblaciones humanas ejerció una presión especial sobre los grandes mamíferos, que fueron exterminados por la caza.


Evolución humana


El Pleistoceno corresponde con la etapa del Paleolítico del desarrollo humano. El modo de vida era de tipo cazador-recolector muy sencillo; con ella conseguían comida, ropa, leña y materiales para sus herramientas y cabañas. Se caracteriza por el uso de útiles de piedra tallada, aunque también se usaban otros utensilios hechos de otros materiales como hueso, asta, madera, cuero, fibras vegetales, etc. La fabricación de herramientas de piedra comienza en el Paleolítico Inferior con la aparición del Homo habilis, que probablemente fue el responsable de la cultura Olduvayense. La caza era poco importante al inicio del Paleolítico, predominando la recolección y el carroñeo. A medida de que el cerebro humano se va desarrollando, la caza va adquiriendo mayor importancia. El Homo erectus producía una industria lítica que pertenece principalmente al Achelense y probablemente conoció el uso del fuego. Vivían en pequeños grupos o bandas y no debía existir división del trabajo ni especialización, salvo las debidas a las diferencias físicas entre los distintos individuos.


Homo neanderthalensis fue una especie bien adaptada al frío extremo. El estilo de los utensilios líticos del Paleolítico Medio fabricados por los neandertales pertenece a la cultura Musteriense y al método Levallois, que consiste en la preparación particular del núcleo lítico para la obtención de lascas de forma predeterminada. El Paleolítico Superior está asociado a la aparición del Homo sapiens. Los avances tecnológicos incluyen la fabricación de finas láminas de piedra (cuchillos), buriles y raederas, además de otras herramientas hechas de hueso, cornamentas y otros materiales como arpones, dardos, anzuelos, agujas con ojo, la lámpara de aceite, cuerdas y la primera pieza de cerámica.












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