A veces, las soluciones
requieren una tecnología compleja y arduas investigaciones llevadas a
cabo por un ejército de científicos o simplemente necesitamos que
nuestros amigos peludos, voladores o con aletas nos proporcionen una
ayuda que en realidad no merecemos, pero que también les beneficiará,
aunque no sean conscientes de ello.
Estos son algunos
animales increíbles, que han sido de enorme ayuda a los investigadores
en la lucha contra el calentamiento global, el cambio climático, la
recuperación de minas terrestres y la contaminación de los océanos.
Perros
El mejor amigo del hombre está demostrando ser algo más que un buen
compañero. Un grupo llamado Perros de Trabajo para la Conservación,
entenados en el Reino Unido se emplean para olfatear las poblaciones
animales y vegetales que los investigadores quieren preservar.
Debido a su agudo
sentido del olfato y la capacidad de atravesar terrenos accidentados,
los perros no solo detectan con eficacia rastros de especies difíciles
de encontrar, sino que también ayudan a localizar animales vivos en
problemas y plantas raras.
Otros proyectos de conservación que incluyen caninos son: el seguimiento
de jaguares en las selvas tropicales (tanto en la Amazonia, como en la
Candona de México) y el seguimiento de los osos negros asiáticos,
clasificados como especie vulnerable en China.
Narvales
Buscar evidencias del
cambio climático puede ser difícil cuando para ello es necesario medir
la temperatura de los océanos en pleno invierno y en las regiones
árticas, como puede ser la helada costa de Groenlandia. Es por eso que
los investigadores están recurriendo a algunos experimentados buzos de
aguas profundas en busca de ayuda.
Equipados con
termómetros y pequeños transmisores de satélite, 14 narvales árticos
(que se sabe son capaces de sumergirse a más de una milla por debajo de
la superficie del océano) han ayudado a los científicos de la
Universidad de Washington en tareas que les resultaban imposibles.
Con su invalorable
ayuda documentaron que las aguas en el centro de la bahía de Baffin
tienen 0,9ºC más de lo que se estimaba previamente. Los investigadores
confían en que estos "unicornios del mar" continúen ayudándoles a
desarrollar modelos más exactos del clima, con el fin de paliar los
efectos del Calentamiento Global.
Ratas
Las minas terrestres
sin detonar son una forma grave de contaminación que deja grandes áreas
geográficas prácticamente inhabitables, además de herir o matar a miles
de personas cada año. Es por eso que localizarlas y retirarlas de las
antiguas zonas de guerra es tan importante.
Si bien es cierto que
algunos voluntarios humanos están dispuestos a arriesgar sus vidas para
descubrirlas, las llamadas “brigadas rata” son un grupo de estos
roedores de una especie gigante africana, que han sido entrenadas para
detectarlas.
Las HeroRATs, que por
cierto son demasiado ligeras para hacer estallar las minas terrestres,
son capaces de olfatear explosivos enterrados. También se está
capacitando a las ratas para localizar personas sepultadas bajo los
escombros cuando se presentan desastres naturales, así como detectar
fugas de las tuberías de gas e incluso la presencia de tuberculosis en
muestras de esputo humanas.
Leones marinos, elefantes marinos y focas
Científicos de la
Universidad de California en Santa Cruz se han asociado con algunos
"investigadores" especiales, para que les ayuden a documentar las
temperaturas del océano, la salinidad, los niveles de contaminación y
otras condiciones submarinas.
Con sus habilidades de
buceo únicas que les permiten nadar donde pocos humanos han ido antes,
algunos mamíferos marinos tales como leones y focas están equipados con
sensores que se pegan a su piel y luego se caen sin dañarlos.
La información se
transmite a un satélite cuando los animales salen a la superficie para
respirar y se utiliza para crear modelos informáticos, que predicen
mejor los patrones de circulación oceánica. Los elefantes marinos
también colaboran con el seguimiento del tamaño y la salud de las
poblaciones de salmón de los EEUU.
Abejas
Debido a su finísimo
sentido del olfato, las abejas también son excelentes localizadores de
minas terrestres. No sólo están ayudando a los científicos a crear mapas
muy precisos de los campos de minas, sino que lo hacen sin que exista
ningún peligro de que pierdan sus vidas en explosiones no deseadas.
Además, las abejas
también emiten señales de advertencia cuando se topan con una fuga de
productos tóxicos; de hecho, se producen zumbidos específicos para los
productos químicos individuales. Los investigadores creen que estos
zumbidos especiales se podrían utilizar para detectar con precisión y
exactitud, contaminantes peligrosos y ataques de guerra química.